Por: Dr. Jorge Alberto Hidalgo Toledo,
Human & Nonhuman Communication Lab,
Facultad de Comunicación,
Universidad Anáhuac México
Meta ha logrado un hito en la neurotecnología al desarrollar un sistema capaz de leer señales cerebrales sin necesidad de implantes. Este dispositivo, basado en magnetoencefalografía (MEG), capta la actividad neuronal desde fuera del cráneo, ofreciendo una alternativa menos invasiva a los implantes cerebrales que, si bien han alcanzado tasas de precisión del 99%, requieren una cirugía para su colocación.
¿El Cerebro Como Interfaz?
Aunque el avance es impresionante, los investigadores admiten que aún estamos lejos de aplicaciones prácticas. Sin embargo, el hallazgo es crucial porque confirma la teoría de que el cerebro estructura el lenguaje de manera jerárquica, lo que podría tener un impacto profundo en la evolución de la inteligencia artificial. Como explicó un investigador de Meta al MIT, "el lenguaje se ha convertido en la base de la IA, por lo que entender los principios computacionales que permiten al cerebro adquirir esta habilidad es clave para nuestro trabajo".
Desde una perspectiva filosófica, este avance plantea una interrogante crucial: si la comunicación ya no requiere palabras habladas o escritas, ¿qué significa realmente “pensar” en la era digital? ¿Podría la IA aprender no solo a procesar el lenguaje, sino a modelar estructuras cognitivas humanas?
¿El Futuro de la IA y la Comunicación?
Este tipo de tecnología podría redefinir la relación entre humanos y máquinas, permitiendo que la IA entienda mejor los procesos internos del pensamiento y, eventualmente, los replique. Aunque aún faltan años para que este tipo de sistemas sean accesibles y funcionales fuera de un laboratorio, Meta ha abierto la puerta a una revolución en la interacción humano-máquina.
Estamos ante un nuevo horizonte donde la comunicación ya no será solo verbal o escrita, sino mental. ¿Estamos preparados para un mundo donde nuestros pensamientos puedan ser traducidos en tiempo real? ¿Cómo redefinirá esto la privacidad, la creatividad y el propio concepto de la identidad humana?
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